Bienaventurados los que ponen toda su confianza en mí, dice el Señor.
En mí, hallaréis descanso para vuestras almas.
La paz interior que usted busca se puede encontrar sólo en mí y nadie más.
La paz os doy, por todas las cosas, sufre todas las cosas, conquista todas las cosas y sobrevive todas las cosas.
La paz os doy no es como la paz fugaz la da el mundo, que en la primera señal de problemas te abandona.
La paz os doy queda con todos ustedes por la molestia.
Nada puede soportar la Paz de Dios.
Para que la paz de Dios es mayor que las tormentas del mundo que buscan más de tirarlo.
Cuando Jesús dijo: Calla, enmudece; la tormenta no tuvo más remedio que dejar.
Hermanos, la paz sea sobre ti, la paz sea todavía.
Amén. Amén.